miércoles, 26 de marzo de 2008

3ª Etapa


Etapa Real: Mérida-Cañaveral
Distancia: 119.98 Kms.
Tiempo: 8,15 h.
Velocidad Media: 14.50 Km/h.
Velocidad Máxima: 52.8 Km/h.


Sábado 3 de mayo 2008.- "La delgada línea azul"

Amanece temprano, como siempre, a las 7,00 h. suena el despertador, estamos casi como nuevos, hemos dormido como campeones y tenemos el ánimo y las fuerzas, de nuevo cargados a tope. Preparamos nuestro equipaje, lo cargamos en la bicicleta y vamos a desayunar al bar del hostal, donde, nos juntamos con algunos que aún no se han acostado y van a tomar algo allí, y nos miran como diciendo “¿estos de donde salen?”; en fin, que después del café y un croissant, ponemos rumbo a Aljucen, primera población en nuestra ruta diaria, salimos de Mérida, cruzando el río, pasando por delante de la estatua de Cesar Augusto,

Monumento a Cesar Augusto
nos quedamos admirados del Acueducto de Mérida, no tan bien conservado como el de Segovia, pero todavía mantiene parte de su esplendor y gracias al plano proporcionado por el forero Stunn, logramos avanzar por la ciudad hasta llegar a las afueras, menos mal que el croquis es casi milimétrico, al menos en cuanto a referencias, porque las flechas desaparecen motivadas por las obras que se efectúan en la ciudad, el caso, es que tomamos camino del famoso Embalse de Proserpina, (que toma el nombre de una diosa romana)

Acueducto romano Mérida al fondo

y ya vamos adelantando algún peregrino a pie, en particular, una señora mayor, con una mochila enorme, que nos llama la atención el paso que lleva subiendo una cuesta, ¡buff, si a nosotros la bici se nos hace pesada!. El descenso se agradece y llegamos a una urbanización que hay a los pies del embalse, allí, comienza a serpentear el camino, y ascendemos a la famosa presa romana al pie de la llamada Sierra de Carija, una imagen impresionante, habida cuenta que al parecer tiene cerca de 2.000 años la construcción de la misma.
Embalse de Proserpina Desde lo alto del embalse

Se sigue por un camino bastante accesible, en el que los peregrinos empiezan a hacer acto de presencia, cosa curiosa, los hay que en vez de llevar una mochila tradicional, su equipaje, lo llevan en un carrito con una sola rueda, como los famosos Bobs para la bici, pero unido a la espalda por un arnés, y me digo, esto hay que inmortalizarlo, dicho y hecho, foto de rigor...

Peregrinos con "carretilla"

y a seguir pedaleando, cruzamos un pueblecito muy pequeño El Carrascalejo, y nos dirigimos a Aljucen en este pueblo teníamos noticias que habían abierto un establecimiento con piscina, sauna y todo tipo de comodidades para los peregrinos, pero claro a primera hora de la mañana no es plan, así que pasamos por la puerta, nos pusimos los dientes largos y a seguir nuestra marcha, cruzamos por un puente pequeñito el río del mismo nombre y aprovechamos que a la salida vemos una gasolinera para lavar un poco las bicicletas y repasar cambios y cadenas, la verdad es que nos duró muy poco porque enseguida nos pusimos de polvo hasta las cejas camino de Alcuescar, por aquí el camino se va endureciendo, poco a poco y casi sin notarlo, pero va subiendo el perfil, se nota que dejamos la provincia de Badajoz

Señales en El Carrascalejo
y nos adentramos en la de Cáceres, buscamos una tienda para comprar algo de almuerzo, y lo más socorrido, agua y bebida isotónica, no vemos tienda, sólo un estanco, pasamos a preguntar y ¡bingo! Este estanco tiene de todo, pan, embutido, agua, refrescos, periodicos, un mini autoservicio, pero que a nosotros nos viene de perlas, a estas horas, ya el hambre hace acto de presencia, y ni cortos ni perezosos, en una placa pequeñita que hay al lado, en un banco, efectuamos el avituallamiento, en plan peregrino total, bicis a un lado, sentados en el banco, pan, lomo embuchado, queso en lonchas, y bote de coca cola..... ¡pero qué a gusto te quedas después de comer cuando tienes hambre!.

Dehesas por la zona de Aljucen

Con el espejo retrovisor puesto...

Autofotografía...

En fin, que el sol no para, y nosotros tampoco, con el estomago lleno, un sol de justicia y el terreno totalmente llano, vamos en busca del siguiente pueblo, Casas de Don Antonio, aquí está el famoso miliario/correo, entre otros detalles de la Via de la Plata, para los que no lo tengan muy claro, los miliarios vienen a ser los puntos kilométricos de nuestras carreteras actuales, y algunos se han mantenido y restaurado, y otros se han “reutilizado”, entre ellos uno que utilizan como correo para una finca llamada “Santiago de Bencaliz”, no es que yo sea muy listo ni nada de eso, es que lo leímos en los monolitos que la Junta de Extremadura tiene a lo largo del recorrido.

Miliario de Casas de Don Antonio

En fin, que pasamos Casas de Don Antonio, sin problemas, las cigüeñas abundan por doquier, es increíble la cantidad de cigüeñas que hay por esta zona, yo que casi las tenía olvidadas de cuando era un crío, y abundaban en nuestro pueblo, ahora casi nos vamos a “especializar”, porque se las oye graznar en todo momento y hacer el ruido característico de su pico, que parece que están golpeando algo, ya sé que queda un poco cursi, pero entre el paisaje, la tranquilidad que nos rodea y las aves, hay momentos que compensan todo lo que se sufre encima de la bici. Bueno, emociones aparte, el sol sigue apretando, tenemos que cruzar la famosa finca de Bencaliz, el camino va paralelo con la carretera, ahora a la izquierda, ahora a la derecha, pasamos por el famoso puente romano, donde imagino que todos los peregrinos tenemos una foto, muy pequeñito, muy coqueto y con un pavimento, para pasar a pie, so pena, de pegarte un porrazo, en fin que nuestra idea es llegar a Cáceres para comer, y aún nos quedan alrededor de 25 kms. Y son la una del mediodía, a este paso, se nos hace tarde, pero bueno, el almuerzo ha sido en condiciones, el único problema es que bebemos agua como si no costara, y no sabemos como va a estar la posibilidad de reponer antes de llegar a Cáceres.

El calor hace estragos

Excavaciones sobre la via de la plata

Puente Romano de Santiago

Distintas vistas del puente

La carretera sigue serpenteando entre el camino, o a la inversa, según nuestras notas, deberíamos estar a unos 7/8 kms. de Cáceres, en uno de los muchos cruces entre camino y carretera, hay una fuente de agua potable, que aprovechamos para rellenar tanto los botes, como las botellas de agua, que ya están vacías.

a punto de la insolación...

Aeródromo a la entrada de Cáceres

Bomba de agua como las de las pelis...

Ahora el camino se empieza a inclinar, el paisaje sigue siendo idéntico, el calor sofocante, estamos justo en pleno mediodía, la crema solar hace su función, pero ¡¡¡qué calor!!!, ¿y el perfil?, por poco que se incline el camino, nos parece un puerto de primera, de pronto, nos encontramos con un aeródromo, según la guía, esto debe estar cerca de Cáceres, así que nos dejamos caer por una senda bastante amplia, hasta que adelantamos a un par de peregrinos a pie, justo después de cruzar un puente,

y decidimos pararnos a comernos una barrita porque Cáceres se ve a lo lejos, pero aún nos queda un rato, y las fuerzas del bocadillo de la mañana, como que ya se han consumido hace tiempo, nos buscamos una pequeña sombra, barrita de chocolate, trago de agua, y a entrar a la siguiente ciudad ¿nos perderemos esta vez?, porque lo que no hacemos en el campo, lo hacemos en los pueblos, perder la pista de las flechas, entramos en Cáceres, por el sur (evidentemente), al principio como en todas las ciudades un poco complicado, se cruza por un polígono, y sin más remedio hay que circular por las calles, con el tráfico que conlleva, aquí las cigüeñas siguen estando presente por todos sitios, hay nidos en cualquier resquicio que dejan las torres de los edificios,

Fachada del Convento de San Francisco (S. XV)

Nuestras acompañantes durante el día

avanzamos por la ciudad hasta que nos encontramos con el famoso Puente Romano, o lo que queda de él, una rotonda con 2 arcos, por donde se supone que antes pasaría agua, lo rodeamos y nos encontramos de bruces, con la famosa cuesta que llevábamos grabada "in mente" de la página web de Tomás, la Calle de las Damas o de las Doncellas, y teniendo en cuenta cómo estabamos de cansados, el calor que hacía, la hora que era (4 h. de la tarde) y sin comer, decidimos que ya está bien por hoy, vamos a comer lo que sea, donde sea.

Puente romano

Pues bien, nos encontramos un bar pequeñito en plena rotonda “Bar San Francisco”, donde nos dirigimos con cara de pena a la camarera para ver si podemos comer algo a esas horas, y para nuestra alegría, nos dice que sí, que nos puede hacer un bocata, de algo que hasta ese día no habíamos probado (o al menos con ese nombre) “Bocata de Secreto Ibérico”, (cómo son las cosas, fue comerlo ese día y desde entonces lo vemos en cualquier restaurante), ¡buf!, cocacola fresquita y bocata que resucita a un muerto, no nos hizo falta ni sentarnos, nos lo comimos en la barra, las bicis en la calle, y nosotros devorando sin preocuparnos siquiera de ellas, aunque a esas horas con la que estaba cayendo ¿quién iba a llevarse 2 bicicletas manchadas y cargadas con alforjas?.

¿A que asusta?

Qué distinto se ve todo con el estomago lleno, la alegría y el ánimo vuelven de nuevo, las fuerzas se recuperan, pero la dichosa cuesta, sigue estando ahí, y ahora sí que somos incapaces de subirla pedaleando, pues nada, en vista de que Cáceres tiene un casco antiguo muy bonito, y que estamos haciendo la digestión, paseito turístico por la ciudad, subimos la cuesta y nos adentramos en el casco histórico atravesando la Puerta de Mérida, ¡alucinante! ¡espectacular!, una maravilla de recorrido, aún sin salirnos mucho de la calle principal, descubrimos un auténtico lugar digno de ver tranquilamente, casas solariegas muy bien conservadas, palacios, ermitas, torreones, algún que otro turista despistado, porque claro a esas horas con la que está cayendo, o estás loco como nosotros, o estás durmiendo la siesta, al final bajamos por el Arco de la Estrella y llegamos a la Plaza Mayor, con su imponente Torreón,

Calle Ancha

Palacio de las Cigüeñas

Torre de los Sande

Convento de San Pablo

Callejón típico


Torre del Palacio de las Cigüeñas o del Capitan Diego de Ovando


Arco de la Estrella


Torre de Bujaco

Vista del arco con el Palacio Episcopal al fondo

y desde aquí, nos dejamos nuestros sentimientos mundanos, y volvemos a subir en la bici, para seguir nuestro camino, la idea, llegar al Embalse de Alcántara a dormir, la tarea para esta tarde, otros 32 kms, así que pies para que os quiero y a pedalear, salimos sin problemas de la ciudad, ha sido más fácil de lo que pensábamos (no perdernos), y ahora nos dirigimos a Casar de Cáceres, donde hacen la famosa Torta del Casar, la salida es un poco complicada, porque transcurre por la carretera, y está preparada para los peregrinos a pie, por lo que las señales se encuentra a la izquierda, hasta que se deja una rotonda, y entonces se abandona de nuevo para empezar por camino, aquí los kilómetros caen con rapidez, el terreno es bastante llano, sino bajando, y el pueblecito se divisa al fondo, a estas horas como viene siendo habitual, se adelanta algún peregrino rezagado, pero ya casi nadie de los que van a pie siguen después de comer, el camino no tiene ninguna dificultad, se pasa por debajo de la autovía y aparecemos en Casar de Cáceres, antes de lo previsto, un paseo con árboles y un quiosco de música (supongo, porque parece como el que teníamos en Criptana hace años),

Sobran comentarios de dónde es la foto

asombra el ruido que hay, con lo bien que veníamos por nuestro caminito, y resulta que hay una concentración motera allí, los bares a tope, llenos de motos aparcadas y con la música a todo trapo, seguimos por la calle principal, en busca del bar Majuca, que al parecer te sella la credencial y es el responsable del albergue, a estas horas, nos planteamos seguir hasta el embalse o no, porque nos ha dicho que no tiene nada más que para dormir y ducharse, pero no hay nada para comer, ya que no hay población cercana, simple y llanamente un albergue para descansar, así que vamos a ver el albergue, pero qué quereis que os diga, ni pasamos siquiera, entre una pelea de borrachos que había en la puerta, la pinta por fuera que tenía y los que estaban sentados por allí, no nos inspiró mucha confianza y nos dijimos, vamos a tirar pa’lante y que sea lo que Dios quiera, y si tenemos que cenar barritas, pues qué le vamos a hacer, el caso es que nos fuimos en busca de otro lugar más acogedor, la salida del pueblo se pica hacia arriba,

con lo que llevamos en las piernas, las horas que son y encima esto, pero mira, al menos era bastante bueno el terreno, muy buen firme y se hacía con facilidad, desde aquí hay unas vistas espectaculares, se distingue el viaducto sobre el rio Almonte,

es un terreno muy entretenido y bonito de ver, al menos cambiamos de paisaje, esto es monte bajo, con mucha roca,

pero seguimos teniendo que bajar de vez en cuando para abrir y cerrar puertas de ganado, por aquí tenemos un pequeño despiste, hay zonas que la señalización deja que desear, menos mal que la guía que llevamos lo explica bien, sino, igual estamos todavía dando vueltas,

¡qué hartazgo de abrir y cerrar puertas de estas!

y lo mejor del día, el embalse al fondo,

Observese la pendiente que tiene el caminito...

nos encontramos en plena cima de la sierra que forma el citado embalse, y empieza lo divertido, se baja por unas trialeras muy técnicas y divertidas, aquí nos acordamos tanto de mi antigua bici, como de nuestro amigo Javi, en ambos casos por lo mismo, por la doble amortiguación, yo bajo delante, José Andrés detrás, disfrutamos como críos, y eso que él no lleva ni siquiera amortiguación delantera, pero ¡qué gozada!, es la parte más amena del día, subidas, bajadas, piedras cruzadas, en fin, como si estuviéramos en una cicloturista, hasta que ¡paf!, pinchazo en la rueda trasera de la bici de mi hermano, se acabó la diversión,

que sí, que sí, que hemos pinchado...

tiene que cambiar la cámara de repuesto y no le quedan más, menudo panorama, las 6 y pico de la tarde, cambiando un pinchazo y sin saber aún dónde vamos a dormir, pues nada, a grandes males, grandes remedios, después de sopesar las alternativas, no nos queda más remedio que abandonar el camino e ir en busca del albergue por carretera, arreglamos el pinchazo, y como se suele decir, carretera y manta, pasamos por el puente que cruza el río Tajo, con su barquito velero al fondo y todo, ¡qué bucólico!,

Había una vez un barquito chiquitito...
y claro lo que antes hemos disfrutado bajando ahora lo vamos a sufrir subiendo, como es habitual en estas situaciones, yo me voy quedando atrás, entre lo que paro para hacer fotos, y lo que me cuesta subir, mi hermano se distancia lo suficiente para llegar a la señal que indica el Albergue, pero cuando llego yo, volvemos a tener otra disyuntiva, hay que bajar al alberque sabiendo que no hay cena, y que está más debajo de donde estamos o ... seguimos hasta Cañaveral que es el siguiente pueblo, claro que conociéndonos, la respuesta es fácil, seguimos avanzando, a este paso nos ocurre lo de ayer, que dejábamos la bici a las 8 y pico, hoy son casi las 7, y el siguiente son otros 11 kms. Decisión aconsejable, pues la misma que ayer, desde aquí vamos a seguir por la carretera, que siempre se irá más rápido.

¡pero qué aburrida es la carretera!...


¿Más rápido?, pues sí, al comienzo, sí, tras subir un repecho para salir de dónde estamos, la carretera sigue bastante llana, pero después de una curva y cuando parece que ya casi estamos, empieza a subir, a subir, a subir, ¡qué cruz! No sé si son las fuerzas, los kilómetros, las piernas, lo que sea, pero el caso es que los 2 últimos kilómetros se nos hacen eternos y muy duros, como siempre, J. Andrés se adelanta a su ritmo, yo llevo el mío como puedo, no es que el corazón se me salga por la boca, no, es que directamente creo que no late, porque ya no tengo más desarrollo que quitar y las piernas no me van en absoluto, creo que he reventado mi motor, así que al ritmo que puedo continuo hasta ver el pueblo... Cañaveral,

Puente de San Benito en Cañaveral

¡qué alegría!, aquí sí hay restaurante, le echamos el ojo nada más entrar, lo que no hay es albergue, después de preguntar en el Casino del pueblo, que está al lado de la iglesia, nos dicen que lo que hay es un hostal, así que allí que nos vamos, vaya estadística, 3 días y 2 en hostales, en fin, el Hostal Málaga, no es que tenga buena pinta (que no la tiene) pero es lo que hay, nos dejan una habitación doble (está mejor la habitación por dentro que por fuera) y nos permiten dejar las bicis en un garaje que hay al lado del bar. Allí, ducha y una cocacola en la barra del bar, donde conocemos a otro bicigrino, Antonio, un hombre de Almería, pero que vive en Gerona, y que viene desde Almería con la bici, una cannondale roja, pero que va haciendo el camino por la carretera, él solo (con un par...). Hay que decir, que no le preguntamos la edad, pero, de los 55 años creo que no hay que quitarle ninguno, charlamos un poco con él, comentando las peripecias que llevamos, a él se le ha dado peor, no sólo se quedó sin agua como nosotros, sino que el sol, le ha quemado las piernas y ha tenido que ir a urgencias al ambulatorio, donde le han puesto crema para las quemaduras y se las han vendado a la altura de las espinillas. Él decide quedarse allí a cenar, nosotros nos vamos dando un paseo al bar (Restaurante Romano) que hemos visto a la entrada, justo al lado de la carretera, donde nos ponemos las botas, tortilla de patatas, ensaladilla, carne, cerveza, y café. Creo que nos lo hemos merecido, llevamos 3 etapas, a cada cual mejor, y eso que a priori, esta zona era la más tranquila, la más fácil y la que nos iba a permitir adelantar tiempo para cumplir lo previsto, ¡buf! Cómo será lo que nos espera, si Dios quiere mañana cruzamos a otra comunidad autónoma, dejaremos Extremadura y nos adentraremos en Castilla Leon, ... pero eso será mañana.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que chavalines, como van esos animos¡¡¡ Espero que muy bien y con mucha fuerza en las piernas para afrontar lo que os queda. Desde aquí os mando un poquito de fuerza para que sigais con vuestro objetivo. Mi amigo "padawan", que la fuerza de acompañe. KEKAN.

Anónimo dijo...

Hola fieras,que tal lleváis vuestra tercera etapa?Ahora que veo detenidamente el perfil de la ruta completa veo que............Joder no es para tanto coño que yo me estoy planteando ir a vuestro encuentro con el correpasillos de mi hija.
Bromas aparte,os deseo todo lo mejor para lo que os queda,que no es poco.Seguiremos en contacto.
Pdta.Oye presi,mira que he cambiado de opinión y no quiero que me traigas un jamón,casi que cuando pases por Salamanca te eches en la bici una barrita de salchichón y una de lomo que así te pesará menos que el pernil.
UN ABRAZO A LOS DOS.
Fdo.B.E.